Qué aspectos hay que cuidar en Navidad y Año Nuevo

Ciudad de México  

Por exceso de comida, la salud digestiva se pone en riesgo

 

Las celebraciones de Navidad y fiesta de Año Nuevo, traen consigo diversos aspectos que hay que cuidar para no sufrir complicaciones en la salud. Reuniones de la oficina, con la familia y amigos, además de las posadas, aumentan el riesgo de comer y beber en exceso. Entidades de salud como el IMSS, recomiendan ser cautelosos en la ingesta de comida típica de estas fechas.

Pavo, cerdo, pollo, bacalao y embutidos, abundan en las mesas de la cena de Navidad y Año Nuevo. El alto contenido de grasas saturadas de los alimentos de origen animal, contribuye a subir de peso en esta época. La Organización Mundial de la Salud(OMS), recomienda, "La ingesta calórica debe ser equilibrada con base en el gasto calórico. Para evitar un aumento malsano de peso, las grasas no deberían superar el 30 por ciento de la ingesta calórica total", señalan en su sitio oficial.

Ayunar por más de cinco horas, también incrementa los riesgos de comer en exceso en la cena navideña; por ansiedad y no por hambre. Dentro de los aspectos para cuidar en Navidad y Año Nuevo, una manera sencilla de prevenir dicha respuesta nerviosa, sería comer pequeñas dosis de semillas o frutas cada dos o tres horas, además de consumir agua a lo largo del día. La digestión estará en función correcta y los alimentos de la cena no caerán pesados.

Beber alcohol es otro aspecto a cuidar en Navidad y Año Nuevo. En la fiesta siempre habrá licor en grandes cantidades, y las reuniones incrementan la posibilidad de tomar en exceso. Una o dos copas, es un consumo normal y prudente. La "cruda" es la deshidratación intensa disfrazada. Esto ocurre cuando la hormona vasopresina, pierde su función antidiurética [enviar a la vejiga cantidades moderadas de agua].

Es el motivo por el que se va recurrentemente al baño en las celebraciones que incluyen bebidas embriagantes… El agua del cuerpo se expulsa sin control. Los riñones trabajan al doble y el hígado colapsa; incluso, el cerebro resulta afectado, producto de la deshidratación.

Vacaciones es igual a dormir libremente sin restricciones, desvelarse, estar en reposo poco tiempo, asistir a fiestas hasta el amanecer, genera cambios en los ritmos circadianos, son más notorios después de las posadas, cena de Navidad, fiesta de Año Nuevo y los días festivos. Después de cumplir todo el año con horarios de oficina o universidad, el fin de año desordena el sueño; motivo por el que en enero hay poca energía y cuesta trabajo comenzar las labores.

Por último, la práctica del ejercicio físico suele desaparecer en la temporada navideña y celebraciones de Año Nuevo. Para evitar estragos en la salud debido a la ingesta hipercalórica de la cena de Navidad, en este aspecto, se recomienda al menos 30 minutos diarios de actividad física, para cuidar el peso corporal y así tener un feliz y saludable Año Nuevo.

 

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