El día en que todos nos volvimos youtubers

Ciudad de México  

Autor:

Pixabay

La pandemia nos ha llevado a realizar nuevas actividades, entre ellas la transmisión de contenido a través de internet

 

La actual cuarentena en mundo por Covid-19 ha generado muchos fenómenos interesantes, puesto que al menos la generación actual no acostumbra pasar encerrado en casa por periodos tan prolongados. Esto ha llevado a muchos a realizar actividades que en el pasado, en las circunstancias previas a la pandemia, no habrían realizado. Por ejemplo, ser youtubers.

Youtuber es un término específico para los creadores de contenido de la plataforma de Google, YouTube, y quienes se dedican a esta actividad han sido criticados fuertemente a lo largo de los años por intelectuales y gente que no ve las aportaciones que pudieran tener.

Ahora el mundo nos ha dado cachetada con guante blanco, pues ante el confinamiento, la forma más fácil de relacionarse con el mundo es compartir contenidos a través de Internet. ¿Te suena? Si bien, YouTube es una de las miles de opciones para compartir videos, lo realizado en las demás redes sociales tiene una base muy fuerte con lo que los youtubers hacen en su plataforma. Ya sea que utilicemos Facebook Live, Instagram stories o el recientemente famoso Tik Tok.

Todo se resume a una sola cosa: pararse frente a la cámara y compartir algo potencialmente interesante para un público en específico. No nos atrevíamos antes por miedo a hacer el ridículo, o por vergüenza o miedo a la cámara, o al qué dirán; sin embargo al notar que cada vez más gente se atrevía a compartirse en las redes sociales, se ha creado un efecto de bola de nieve que es difícil parar este momento.

No hay momento del día en el cual, al menos en Facebook, no nos topemos con una transmisión en vivo. Los artistas lo están haciendo también compartiendo obras de teatro, conciertos o charlas y talleres. Este efecto de la cuarentena nos ha puesto sobre la mesa una oportunidad de negocio para cuando termine la cuarentena. Aunque haya algunos que no les agrade la idea.

Ya nos quitamos el miedo a la cámara y ese es un gran paso, al exponernos al mundo entero -literal, al mundo entero- a través de una transmisión podemos encontrarnos cientos de reacciones con la facultad de no ser de nuestro agrado. Debemos aprender a manejar la crítica hacia nuestra nueva actividad. Pero si algo es importante, es que si se quiere tomar esta actividad de manera profesional o como una actividad complementaria con el poder de proporcionarnos beneficios a corto o mediano plazo debemos estudiar el fenómeno y el medio para lograr lo que muchos youtubers han logrado a lo largo de sus carreras: la alta monetización de sus contenidos.

 

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