Conjuntamente SPEI como Blockchain acercan posiciones para el mundo de las tecnologías financieras. Las cosas no están del todo claro. Lo cierto hasta el momento es la interrupción del Sistema de Pagos Electrónicos (SPEI) el 27 de abril de 2018. Con la aprobación de la Ley Fintech en 2018, la pregunta obligada es, ¿podría la tecnología blockchain haber sido una suerte de firewall con el cual frenar el supuesto ataque de abril de 2017?
Desde 2004, SPEI ha sido revolucionario. Desarrollado por el Banco de México, se institucionalizó como un orgullo nacional, emblema del país y reconocido a nivel internacional; así lo demuestran cifras. Según datos, de 4 mil operaciones en 2004 a 48 millones por mes, al cierre de 2017.
Un sistema financiero lo suficientemente estable con operaciones fluidas. Su excelente desempeño generó un impacto positivo en la economía mexicana. Las transferencias interbancarias en tiempo real son el máximo logro de SPEI. Aunque el amplio reconocimiento internacional y la enorme confianza que mantiene en el mercado, se vieron tambalear con la interrupción por el presunto hackeo. Una imagen vale más que mil palabras. Una comparación entre un día normal de operaciones y un día donde el sistema es presuntamente atacado.
Legal Paradox SC, primera firma legal en México especializada en temas de blockchain, fintech y crowdfounding, fue afectada, al punto de impedir operaciones normales como pagar un crédito o nómina. Su administrador, el doctor Carlos Valderrama, manifestó para My Press la precariedad de la situación, porque la caída de pago a empleados, generó a colaboradores no poder realizar el pago de tarjetas de crédito, colegiaturas de sus hijos e incluso, terceros fueron perjudicados.
Todo podría ser peor... O mejor
Valderrama, imagina una situación más caótica. Si el ejemplo anterior fuera generalizado, se llegaría al caos, al producirse un colapso de entidades financieras; y la economía del país podría quedar vulnerable.
Pero desde la tecnología blockchain se visualiza una luz al final del túnel del caos. Blockchain bien podría ser una solución, principalmente por su arquitectura de transacciones distribuidas. La descentralización reduce o anula las posibilidades de ser vulnerado. Esto es una gran diferencia en relación a SPEI, cuya arquitectura es centralizada.
Si se piensa lo revolucionario de SPEI en 2004, es un buen momento para pensar en una nueva revolución con blockchain. México podría pasar a la vanguardia y construir confianza en este nuevo mundo digital. Aprovechar la oportunidad histórica de América Latina de portar una Ley Fintech, colocaría a México en un podio "cuasi" disruptivo. Si se piensa bien, SPEI y Blockchain podrían ser emblemas de innovación y disrupción de bandera mexicana.