Políticas públicas y biodiversidad

Ciudad de México, México, 18-04-2018 |

Compromisos de Agenda 2030

México se caracteriza por su gran riqueza cultural, natural y minera. Para enfatizar en el tema, es fundamental mencionar el valor inherente de su #CapitalNatural, puesto que de su equilibrio y sostenimiento dependen de manera directa e indirecta actividades económicas, la provisión de bienes y servicios, así como la subsistencia de usos y costumbres.

Conviene subrayar concretamente el conocimiento y adecuado uso de la biodiversidad es un tema primordial dentro de la Agenda del Desarrollo Sostenible #Para2030 de Naciones Unidas; en particular, el Objetivo 15 referido a la Protección de la Vida en la Tierra, versa en “proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, efectuar una ordenación sostenible de los bosques, luchar contra la desertificación, detener y revertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de diversidad biológica”

En nuestro país, con base en información de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), la megadiversidad biológica de México constituye un privilegio y un potencial en el desarrollo sustentable del país, y también representa una responsabilidad con nuestra sociedad y ante el mundo. Su manejo y conservación requieren conocimiento sólido y el fortalecimiento de capacidades en su gestión.

Ante la necesidad de converger por una parte la necesidad de conservar, restablecer, luchar contra la degradación de los recursos naturales y por otra la gestión pública de los mismos, es en este contexto que las políticas públicas tienen sentido, es decir, poner a la mesa la discusión e implementación de acciones derivadas de la Agenda Gubernamental y están encaminadas al diseño, gestión, evaluación y aplicación de programas, leyes, reglamentos y otros, para la conservación de los recursos naturales.

Las políticas públicas en la práctica por una parte han sido las responsables de un exagerado apoyo a la actividad agrícola y ganadera, las cuales en el territorio nacional son una de las principales causas del cambio de uso de suelo y se traduce en deforestación de áreas selváticas, en la contaminación de los suelos, de los mantos freáticos debido al excesivo uso de plaguicidas o herbicidas.

Por otro lado, a finales de la década de los ochenta se abre paso a formalización de los espacios de discusión por parte de la sociedad civil, la academia y los tomadores de decisiones para poner al debate la necesidad de mejorar la calidad delmedio ambiente e introducir una visión holística e integral que incluye por supuesto la dimensión social, económica y ambiental, en concreto, en la planeación del #DesarrolloSustentable.

En conclusión, la gestión de políticas públicas que se materialicen en una real protección y conservación de los recursos naturales sigue siendo en Méxicoun reto mayúsculo, es decir, a lo largo del territorio nacional cada vez se conocen más casos de estudio exitosos en donde a través de la sociedad civil, aprovechando los instrumentos legales y los apoyos gubernamentales, manejan, utilizan y conservan el capital natural para el beneficio social, económico y por supuesto ambiental. Por ello, la tarea del sostenimiento de los recursos naturales, es una labor tripartita entre sociedad civil, empresas privadas y los tres órdenes de gobierno.