México debe invertir en programas para mejores semillas, según expertos

Ciudad de México  

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Semillas de calidad mediante mejoramiento vegetal para los agricultores mexicanos

 

La autosuficiencia alimentaria de un país, según la Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura (FAO), se constata con el 75% de producción de sus propios alimentos. Sin embargo, México sólo produce el 60% de los alimentos consumidos por ello las autoridades buscan asegurar la sostenibilidad con nuevos programas. La unión de esfuerzos entre el sector privado, público y agricultores mexicanos con nuevas técnicas como el mejoramiento vegetal son parte del esfuerzo.

En la cadena de suministro para alimentar a la población, la semilla es la base del proceso y el pilar más importante. Reconociendo su importancia, durante el Día Nacional de la Semilla el 15 de mayo, la Asociación Mexicana de Semilleros A. C. (AMSAC) realizó un llamado al gobierno mexicano. Este, para continuar con los programas nacionales en la preservación y aprovechamiento de las semillas.

Como ejemplo, el Programa Nacional de Semillas 2020-2024 busca garantizar el acceso a semillas de calidad para agricultores a través del Sistema Nacional de Semillas (Sinasem). Este desarrollo e implementación de políticas públicas buscan la coordinación de los sectores público, académico, privado y social.

Garantizar las mejores semillas incluye el nuevo método de mejoramiento vegetal, una herramienta para crear más resistentes semillas. Debido a la crisis climática, las plagas y condiciones atmosféricas complican la producción de semillas tradicionales, la sequía en el 80% del territorio es un ejemplo. Semillas modificadas, sin confundirlas con semillas transgénicas, son una buena alternativa a estas complicaciones externas, además de ahorrar agua y reducir el uso de agroquímicos.

"Los beneficios de las semillas mejoradas son muchos en términos de altos rendimientos", declaró para NotiPress Mario Puente Raya, ingeniero y director ejecutivo de AMSAC. "Además de que este tipo de semillas toleran mejor los efectos negativos del cambio climático, así como plagas y enfermedades, y nos brindan la oportunidad de obtener alimentos más nutritivos".

Asimismo, los programas nacionales deben evitar fenómenos lejos del objetivo como la proliferación de semillas piratas. Las semillas pirata ocasionan cultivos invasivos o de mala calidad, contaminando los suelos y bajos rendimientos en las cosechas. Como consecuencias finales se afectan a productores y se desincentiva la inversión por parte del sector semillero y académico.

Si bien la aceptación de semillas por parte de agricultores medianos y grandes se encuentra alrededor del 50%, se necesitan incentivos por parte del gobierno de México para incrementar su aprobación. "La necesidad de inversión y mayor participación de todas las partes de la industria, como productores, agricultores y sector privado, son los principales retos actuales", mencionó Puente. La inversión en programas para el mejoramiento vegetal u otras herramientas útiles en la cadena de producción, mejoraría la alimentación de la población.

 

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