Cuarta transformación: mexicanos de primera de segunda y tercera clase

Ciudad de México  

AMLO da continuidad a la apertura para mexicanos de segunda y tercera clase

 

La cuarta transformación, adrede o no, allanó el camino para nivelar uno de los temas con menos prioridad en México, pero no por ello de poca trascendencia. El denominado fenómeno de mexicanos de primera, de segunda y de tercera, una sombra para la política mexicana.

Y es que, contrario al espíritu de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo primero donde dice: "Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional", a los miles de extranjeros que optamos por la nacionalidad mexicana mediante carta de naturalización se nos niega, por conveniencia o como argumento nacionalista, la posibilidad de ser parte de la historia mexicana en cargos públicos.

Para espanto de algunos masiosares (ilustrados, liberales y cosmopolitas) cubiertos con el velo de la xenofobia e impuestos en sectores de la población con el disimulado propósito de fomentar el odio, hoy conocidos en redes sociales como trolls y bots, 2018 inicia un nuevo camino y la cuarta transformación de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es testigo del hecho.

Citlalli Hernández Mora, senadora de la comisión Igualdad de Género y de Estudios Legislativos de Morena, lideró la modificación de la Ley Federal de Entidades Paraestatales. La iniciativa pretende modificar los requisitos de direcciones generales, de manera que puedan ser ejercidas por ciudadanos mexicanos y no solo por "ciudadanos mexicanos por nacimiento".

Qué son los mexicanos de primera, segunda y tercera

Los ciudadanos de primera son las personas nacidas en México y de padres mexicanos también ciudadanos nacidos en territorio nacional. Ciudadanos de segunda clase son los nacidos en México, de padres extranjeros. Y finalmente llegan los ciudadanos mexicanos de tercera clase, aquellos que optaron o eligieron la nacionalidad mexicana mediante carta de naturalización.

A propósito de la iniciativa de Hernández Mora, el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores, Martí Batres Guadarrama (Morena), hizo público, en entrevista con el medio La Jornada el 19 de noviembre de 2018, su respaldo a la propuesta, al destacar "En un mundo globalizado, donde existe ya hasta la doble nacionalidad; donde se hizo la reforma constitucional para que el presidente no tuviera el requisito de ser hijo de mexicanos por nacimiento, desde fines de la década de los 90 (del siglo pasado), esto es un anacronismo".

Antecedentes del Fondo de Cultura Económica

Un día se tenía que revertir lo que el presidente Gustavo Díaz Ordaz hizo, en una muestra de soberbia, al echar del Fondo de Cultura Económica (FCE) a Arnaldo Orfila Reynal, quien dio continuidad a la obra de Daniel Cosío Villegas.

Orfila, de origen argentino y director por aquel entonces del FCE en Argentina, editó la obra Los hijos de Sánchez, situación que enfureció a Díaz Ordaz. En febrero de 1965, el abogado Luis Cataño Morlet, en conferencia de prensa en la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, catalogó la obra de Óscar Lewis como obscena y denigrante para México.

El ensayo Los hijos de Sánchez desnuda la familia de Ciudad de México. Describe la vida cotidiana, costumbres y valores de una familia en el Distrito Federal, donde habita una vecindad de Tepito, de los años 1940 y 1950. Cuatro hermanos huérfanos de madre y criados por su padre (Sánchez) viven aspectos como la pobreza, la violencia doméstica, el abuso contra la mujer, el rudo mundo masculino y la vecindad como espacio de identidad.

Haber publicado la obra en el FCE, la casa editorial del estado mexicano, crispó a los gobernantes de turno, pero también recibió el apoyo de intelectuales. Según publica el medio Excelsior en la edición conmemorativa en 2011, el editor Martí Soler, por aquel entonces secretario de producción del FCE, el asunto tomó dos aristas: la primera, la imagen país que se proyectaba; la segunda, el extranjero enemigo, en este caso, el izquierdista y argentino Orfila, quien denigraba al país. No lo podían expulsar por ser de izquierda, pero sí por extranjero.

Paco Ignacio Taibo II, nacido en España y naturalizado mexicano, llegó para romper el esquema de dirección del FCE. La iniciativa de Morena admite de forma legal a Taibo II para ejercer la dirección del FCE.

Ojalá tanto esta iniciativa como la movida de la cuarta transformación propuesta por AMLO signifiquen el fin de la discriminación de mexicanos de segunda y de tercera, y por fin podamos todos decir que somos mexicanos y queremos forjar historias en nuestro país (sí, nuestro). Como lo dijo Chavela Vargas: "Los mexicanos nacemos en donde nos da nuestra rechingada gana".

 

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