El futuro de la regulación de la IA en California se enfrenta a un momento decisivo
Mientras la ley SB 1047 divide las aguas, el gobernador California debe decidir su destino
El Senado de California aprobó laley SB 1047 que busca regular el uso de la inteligencia artificial para evitar que esta tecnología sea responsable de eventos catastróficos, como la caída de infraestructuras críticas. La propuesta legislativa responsabilizaría a los proveedores de IA por los daños graves causados por sus productos. Ahora, la ley solo requiere la aprobación del gobernador Gavin Newsom para entrar en vigor, una decisión que está generando un intenso debate entre políticos, ciudadanos y el sector empresarial.
Newsom expresó sus preocupaciones sobre los posibles efectos de la ley SB 1047, indicando que podría tener un impacto desmesurado, especialmente en la comunidad de código abierto. Durante una conversación en Dreamforce 2024, el gobernador destacó que la legislación tiene problemas, especialmente porque se enfoca en prevenir incidentes con daños superiores a 500 millones de dólares, pero no aborda de manera efectiva otros riesgos menores que también podrían ser significativos.
Mientras tanto, Newsom firmó otras cinco leyes para regular el uso de la IA en diferentes ámbitos. Entre ellas, la AB 2655la cual establece medidas contra los deepfakes de IA relacionados con las elecciones, mientras que la AB 2602exige que los estudios obtengan el permiso de los actores antes de replicar su voz o imagen mediante IA. Estas leyes buscan ofrecer mayor protección en los campos político y audiovisual, frente a los riesgos emergentes de la inteligencia artificial.
La SB 1047 recibió tanto apoyo como rechazo por parte de figuras importantes de la industria tecnológica, como Yoshua Bengio, Geoffrey Hinton y Elon Musk, quienes respaldan la legislación aunque no con el mismo entusiasmo. Sin embargo, entidades influyentes como OpenAI, Nancy Pelosi y la Cámara de Comercio de Estados Unidos le pidieron a Gavin Newsom que vete la ley. El gobernador tiene dos semanas para decidir el destino de este controvertido proyecto, en un contexto donde las opiniones están claramente divididas.
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