Obesidad y entorno laboral: un reto estructural que requiere inclusión y comprensión

Ciudad de México  

Sergio F Cara (NotiPress)

El doctor José Antonio Castañeda advierte sobre el impacto emocional y profesional del estigma hacia trabajadores con obesidad

 

El doctor José Antonio Castañeda, especialista en cirugía bariátrica, destacó en entrevista con NotiPress los desafíos que enfrentan las personas con obesidad dentro de sus espacios laborales. Más allá del diagnóstico clínico, el experto subrayó las consecuencias sociales, emocionales y estructurales que agravan la situación de estos trabajadores ante la escasa comprensión institucional sobre esta condición.

De acuerdo con el especialista, muchas empresas se transforman en entornos que dificultan el desempeño cotidiano de quienes viven con obesidad. Estas personas, explicó, pueden experimentar restricciones incluso en actividades básicas. "Tienen limitaciones físicas para agacharse, para hacer quizás necesidades básicas, para recoger algún instrumento, inclusive para manejar", puntualizó Castañeda.

Estas limitaciones no solo inciden en la productividad, sino que también pueden traducirse en despidos o exclusiones injustificadas. "Sufren un despido quizás injustificado o que por el solo hecho de verlos con obesidad no sean candidatos para entrar a llevar a cabo cierto trabajo", señaló. Esta dinámica fomenta un ciclo de deterioro emocional difícil de revertir, añadió el doctor.

Estudios publicados en Obesity Reviews respaldan esta visión, indicando que la discriminación laboral basada en el peso corporal reduce las oportunidades de ascenso y contratación, al tiempo que fomenta entornos hostiles en el desarrollo profesional. Estos impactos se suman a las consecuencias físicas y neurológicas de la obesidad, considerada una inflamación crónica que, según Castañeda, "produce radicales libres a nivel celular (…) y eso hace que se produzca un daño (…) que deriva en predisposición a desarrollar cáncer".

El especialista enfatizó el papel de las empresas como agentes activos en la prevención de esta problemática. Acciones institucionales que promuevan la inclusión, el acompañamiento emocional y el respeto por la diversidad corporal podrían mejorar significativamente el ambiente laboral. "Ignorar esta realidad los hunde más en la depresión, la ansiedad y el estrés", advirtió Castañeda.

Uno de los enfoques más efectivos, según expertos y organismos como el National Institutes of Health (NIH), consiste en reconocer la obesidad como una enfermedad crónica y neuroconductual. Este abordaje permite sustituir sanciones por estrategias integradoras que incluyan tratamientos multidisciplinarios y apoyo psicosocial. Asimismo, los programas empresariales que incorporan nutrición, actividad física y apoyo psicológico han mostrado mejoras sostenidas en salud y rendimiento laboral.

Actualmente, algunas organizaciones han comenzado a implementar protocolos para prevenir la "gordofobia", término que hace referencia a actitudes y prácticas discriminatorias hacia personas con sobrepeso. Aunque aún son pocas, estas iniciativas marcan un avance hacia la construcción de espacios laborales más equitativos y saludables.

Con base en esta visión integral, construir entornos laborales inclusivos exige reconocer la obesidad como un desafío médico y social que demanda respuestas estructuradas. Medidas enfocadas en la accesibilidad, la educación y el bienestar emocional pueden transformar la experiencia de los trabajadores, disminuyendo el estigma y favoreciendo su calidad de vida.

 

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