Stanford desarrolla inyección de insulina que controla niveles de azúcar

Ciudad de México  

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La nueva fórmula de la inyección combina insulina con amilina

 

Un equipo de investigadores en Stanford está desarrollando una inyección que podría dar a los diabéticos un mejor control sobre los niveles de azúcar en la sangre. La fórmula de la nueva dosis consiste en combinar la insulina con una segunda hormona conocida como amilina, para crear una inyección dos en uno que, si se demuestra segura y efectiva en humanos, facilitaría a los diabéticos controlar de una manera mejor sus niveles de azúcar en la sangre.

Para hacer posible este emparejamiento, los investigadores desarrollaron una envoltura molecular hecha de polietilenglicol, o PEG, un químico no tóxico utilizado desde cosméticos hasta laxantes. El equipo de Stanford utilizó un nuevo tipo de PEG que tiene una especie de velcro molecular en el extremo, llamado CB-PEG. Las capacidades del CB-PEG permiten unir reversiblemente a la insulina y a la amilina por separado, protegiendo las porciones inestables de cada molécula de la descomposición. Una vez inyectadas en el cuerpo, ambas se liberan y son libres de actuar sin obstáculos.

Aunque el medicamento a base de amilina ya está disponible, se estima que menos del 1% de los pacientes con diabetes toman este tratamiento complementario porque las dos hormonas, que funcionan juntas sin problemas en el cuerpo, son demasiado inestables para coexistir en una sola jeringa. Pero esta complicación llegaría a su fin con esta nueva inyección pues permitiría administrarlos juntos.

Hasta ahora, los investigadores han probado la estabilidad de la envoltura en el laboratorio y han realizado experimentos preliminares para ver cómo funciona en el modelo preclínico más avanzado: los cerdos diabéticos. No obstante, debido a que ambos medicamentos ya están en el mercado y la formulación de doble fármaco se probó en modelos avanzados, Eric Appel científico encargado de dirigir esta investigación, declaró: "actualmente el equipo sólo necesita demostrar que su técnica no es tóxica en humanos para iniciar su comercialización".

Si esto se hace posible ofrecería a los pacientes con diabetes grandes beneficios, ya que la amilina hace tres procesos para controlar el azúcar en la sangre: primero, evita que el cuerpo libere azúcar adicional almacenada en el hígado; después produce una sensación de "plenitud" en las comidas reduciendo la ingesta de alimentos; finalmente ralentiza la absorción de alimentosdisminuyendo la cumbre típico de azúcar en la sangre después de una comida.

Appel y sus colaboradores esperan esta inyección pueda aumentar drásticamente el uso de amilina y conducir a controlar mejor los niveles de azúcar para los aproximadamente 450 millones de personas en todo el mundo con diabetes juvenil -tipo 1- o diabetes en edad adulta -tipo 2-, otorgándoles grandes beneficios porque los datos clínicos muestran que los pacientes que toman ambas sustancias pueden reducir el riesgo en complicaciones graves de salud como ceguera, amputaciones, insuficiencia renal y enfermedades cardíacas.

 

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