Conoce tu cuerpo con clases de Danzaterapia

Ciudad de México  

La Danzaterapia, da voz al cuerpo

 

Todos estamos parados sin zapatos unos con ropa cómoda y otros con ropa deportiva, el salón est{a vestido con paredes de espejos y suelo acolchonado, se escucha una tenue música de matiz hindú y se escucha una voz femenina muy relajada y serena que nos invita con esa voz suave “vamos a iniciar, vamos a buscar un espacio donde estemos cómodos para empezar a relajar, para empezar a aterrizar, para olvidarnos del afuera y conectarnos con el adentro”.

La voz de la profesora de Danzaterapia nos llega como un dulce susurro y no podemos negarnos a su solicitud para recostarnos, debemos hacer un escaneo por todo nuestro cuerpo, visualizarlo y luego poco a poco empezar a moverlo con micromovimientos iniciando por las plantas de los pies, después los dedos, con movimientos que aunque apenas sean perceptibles, lo sean para cada uno, pero así chiquititos, cada quién va a ir determinando qué tan amplios quiere que sean, a fin de que los cuerpos al principio tensos, se empiecen a soltar.

Voy a mover mis talones, mis tobillos, haciendo micromovimientos, marcando, soltando desde el talón hacia la rodilla y entonces de la rodilla paso a lo que sigue, las piernas, el torso, me muevo, es algo entre mi cuerpo y yo, empiezo a liberar la tensión y entonces la voz me pide que haga una revisión de lo que ha sido mi día y qué necesito soltar, voy subiendo por la columna con micromovimientos, vértebra por vértebra y si no tengo conciencia del movimiento, trato de visualizarlo para que eso me pueda ayudar.

Siento como mis vértebras se ponen suavecitas y se empiezan a destensar, puedo apoyarme con la respiración y empiezan a aflojarse no sólo las vértebras de la columna, sino todas las partes de mi cuerpo, voy a mis hombros e intento soltar la tensión que guardo de la mañana, de la tarde, del día, con movimientos que aflojen, que estiren; estoy aquí y esto es sólo el principio.

Cada que me muevo siento libertad, nada me detiene, puedo mover mi cuerpo a voluntad, entonces pienso que debo dejar que mis emociones afloren, es el momento oportuno para relajarme por completo y dejar que los sentimientos negativos se vayan, se transformen en energía positiva, en este momento nada me pesa, soy ligera como una pluma y aunque el salón está lleno de gente no me da pena, me muevo y todos ellos también, el ambiente se va llenando de energías positivas, todos en comunión con nuestros cuerpos, estamos conociendo nuestros cuerpos y algunos lo hacen por primera vez.

La clase de Danzaterapia busca la integración de la mente, el cuerpo y la emoción, en Casa del Movimiento saben que a través de las distintas exploraciones corporales y las propuestas de movimiento individuales, lo que se pretende es dar voz al cuerpo, a lo que se nos ha quedado guardado, a la emoción que a veces sentimos en el día a día porque nos suceden cosas que desatan sensaciones como tristeza, alegría, enojo o felicidad y conforme avanza la clase de Danzaterapia, todas estas emociones se fusionan con nuestros pensamientos y las sentimos en nuestros cuerpos como energías liberadoras.

Todos disfrutamos individual y colectivamente, nos comunicamos sin hablar, con los otros y con uno mismo, después de todo ¿Qué más puede pasar además de vivir una experiencia sanadora?

 

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