Vigilancia activa gana terreno en cáncer de próstata

Médicos resaltan que la vigilancia activa controla el cáncer de próstata de bajo riesgo sin tratamiento inmediato
La vigilancia activa se estableció como una estrategia segura y eficaz para hombres diagnosticados con cáncer de próstata de bajo riesgo, de acuerdo con especialistas en urología oncológica. Esta modalidad médica evita tratamientos invasivos inmediatos y permite monitorear la enfermedad mediante seguimientos clínicos regulares.
En declaraciones del urólogo Brian Miles, del hospital Houston Methodist, se indicó que este tipo de cáncer "puede avanzar lentamente y mantenerse sin síntomas durante años". Al respecto, afirmó: "Si confirmamos que el cáncer se localiza en la próstata, consideramos que el cáncer de próstata a menudo puede ser indolente".
El protocolo de vigilancia activa comprende análisis del antígeno prostático específico (PSA) cada seis meses, revisiones físicas, resonancias magnéticas anuales, biopsias periódicas y estudios genómicos. "Es el protocolo clínico para el manejo del cáncer de próstata cuando tiene un bajo riesgo de convertirse en un tumor más grave", explicó el especialista.
Esta estrategia se dirige principalmente a hombres con una puntuación 3+3 en el sistema de Gleason. "Los hombres que son candidatos ideales para la vigilancia activa son quienes tienen la enfermedad de Gleason 3+3", indicó Miles. También señaló que algunos casos con puntuación 3+4 podrían ser incluidos, siempre que el volumen tumoral sea reducido.
Resultados de estudios recientes respaldan esta práctica médica. Según Miles, "diez años después del diagnóstico, casi el 50 % de los hombres que optaron por la vigilancia activa no mostraron progresión ni necesitaron tratamiento". Además, se destacó que menos del 2 % de los pacientes con enfermedad 3+3=6 desarrollaron cáncer avanzado, y menos del 1 % falleció por esta causa.
El urólogo subrayó que el enfoque no equivale a descuidar la enfermedad. "La vigilancia activa no significa ‘vete a casa, estás bien, no te preocupes’. Significa que estamos observando de cerca para ver si las células cancerosas cambian con el tiempo", puntualizó. En ese sentido, los pacientes conservan la posibilidad de iniciar tratamiento curativo si la situación evoluciona.
Al centrarse en casos de bajo riesgo, la vigilancia activa también busca reducir efectos secundarios derivados de intervenciones como la cirugía o la radioterapia, entre ellos la disfunción eréctil o problemas urinarios e intestinales. Esta modalidad representa una alternativa para conservar la calidad de vida sin comprometer el control clínico de la enfermedad.
SaludCáncerHospital Houston Methodist





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