Estudio vincula cannabis con alivio en síntomas de trastornos alimentarios

Psilocibina y cannabis muestran potencial terapéutico en casos de anorexia y ARFID, según investigación internacional
Un estudio internacional identificó que el cannabis y los psicodélicos, como la psilocibina y el LSD, son percibidos por los usuarios como útiles para reducir síntomas vinculados a los trastornos alimentarios. La investigación, publicada en JAMA Network Open, analizó datos de más de 7,600 personas y fue dirigida por Sarah-Catherine Rodan, investigadora de doctorado en la Iniciativa Lambert para la Terapia con Cannabinoides, de la Universidad de Sídney.
El trabajo recopiló respuestas de participantes provenientes de 83 países, lo que lo posiciona como el estudio más amplio hasta la fecha sobre automedicación en el contexto de trastornos alimentarios. Según los resultados, las principales condiciones reportadas fueron anorexia nerviosa (40%), bulimia nerviosa (19%), trastorno por atracón (11%) y ARFID (9%). Un tercio de los encuestados declaró no contar con diagnóstico médico formal, aunque afirmó experimentar síntomas graves y constantes.
"Estos hallazgos ponen de relieve un patrón importante: los medicamentos tradicionales a menudo resultan insuficientes para tratar los trastornos alimentarios directamente, mientras que muchas personas se automedican con sustancias que perciben como beneficiosas. Esto subraya la urgente necesidad de investigar mejor estas sustancias en ensayos clínicos rigurosamente controlados", declaró Rodan, según recogió la Universidad de Sídney.
Los participantes informaron un uso elevado de cannabis y psicodélicos en comparación con la población general. En particular, las personas con trastornos restrictivos como anorexia y ARFID reportaron beneficios al usar cannabis, señalando que incrementaba el valor gratificante de los alimentos. En el caso de los psicodélicos, incluso en dosis infrecuentes, se mencionaron mejoras prolongadas en el estado mental.
Por el contrario, drogas legales como el alcohol, el tabaco y la cocaína recibieron calificaciones negativas debido a su efecto adverso sobre los síntomas alimentarios y la salud mental. En tanto, los medicamentos prescritos, incluidos los antidepresivos, fueron considerados poco efectivos para síntomas específicos, aunque se reconocieron sus beneficios en la salud mental general.
"Nuestros resultados brindan información importante sobre las experiencias vividas de las personas con trastornos alimentarios y su consumo de drogas, destacando vías prometedoras para futuras investigaciones sobre tratamientos", expresó Rodan.
La investigación también reveló que una alta proporción de encuestados presentaba comorbilidades como depresión (65%), ansiedad generalizada (55%), TDAH (33%), dependencia de sustancias (15%) y alcoholismo (9%). La mayoría eran mujeres (94%) residentes en países angloparlantes como Australia (30%), Reino Unido (21,3%) y Estados Unidos (18%).
En este contexto, se han planteado nuevas alternativas terapéuticas basadas en cannabinoides. El médico bariatra David Montalvo, especialista en medicina cannábica, señaló: "Hoy sabemos que, si bien no hay una cura, sí existen formas de tratar los síntomas de forma más eficaz. Entre las opciones terapéuticas está el uso responsable de extractos vegetales, que pueden ayudar a disminuir el dolor, controlar la ansiedad y mejorar el sueño".
Como parte del seguimiento, la Iniciativa Lambert lanzará un ensayo clínico para evaluar la psilocibina en el tratamiento de la anorexia nerviosa, en alianza con el Instituto Inside Out de la misma universidad. Además, se desarrolla un estudio piloto sobre el uso de CBD, un componente no intoxicante del cannabis, dirigido a jóvenes con anorexia grave.
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