Ejercicio durante una enfermedad: qué síntomas permiten seguir activos según expertos

Ciudad de México  

Gustavo Torres (NotiPress)

La regla del “cuello hacia arriba” orienta la actividad física durante afecciones leves, sin comprometer la recuperación

 

Según especialistas del Hospital Houston Methodist, la actividad física durante un cuadro de enfermedad debe ajustarse en función de la localización de los síntomas. Una de las recomendaciones más prácticas es aplicar la regla del cuello, que distingue entre signos "por encima del cuello" y "por debajo del cuello" para decidir si es seguro continuar con el ejercicio.

De acuerdo con la información proporcionada por el equipo médico del hospital a NotiPress, síntomas como estornudos, congestión nasal, escurrimiento, dolor de garganta leve, cefalea leve y molestias auditivas no necesariamente impiden realizar ejercicios. En estos casos, el Dr. Donald Brown, médico internista, aconseja optar por rutinas suaves de baja intensidad y corta duración, como caminatas, estiramientos, yoga o ciclismo ligero, para no comprometer el proceso de recuperación.

Ante cualquier duda, realizar consultas con el médico personal es fundamental, especialmente si se siguen tratamientos farmacológicos. Aunque los síntomas parezcan menores, algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que interfieren con la capacidad física. Brown señaló que "los medicamentos para el resfriado de múltiples síntomas casi siempre contienen fenilefrina", sustancia que puede alterar el ritmo cardíaco y la presión arterial, lo que incrementa los riesgos al ejercitarse.

Cuando los síntomas aparecen por debajo del cuello, como fiebre, náuseas, diarrea, vómito, congestión en el pecho o escalofríos, se recomienda suspender completamente el ejercicio. Estos signos indican un mayor esfuerzo del sistema inmunológico, el cual requiere todos los recursos del cuerpo para lograr una recuperación efectiva. El Dr. Brown advirtió que continuar con la rutina física en estas condiciones puede empeorar la enfermedad, especialmente si hay dificultad respiratoria o fatiga intensa.

Incluso si persiste el deseo de mantenerse activo ante un malestar leve, es prioritario no sobrecargar el cuerpo. Si se opta por una actividad moderada, debe observarse cualquier señal de advertencia, como mareo o debilidad extrema, y detener la práctica inmediatamente si se presentan.

Durante la convalecencia, es útil incorporar movimientos de recuperación de bajo esfuerzo, como círculos de brazos, giros de torso o estocadas controladas, que ayudan a mantener la movilidad sin agotar energía. La hidratación adecuada también es esencial, especialmente ante la pérdida de líquidos.

El regreso a la rutina debe ser progresivo, incrementando gradualmente la duración y exigencia del entrenamiento. Si reaparecen síntomas o se experimenta un agotamiento fuera de lo común, se recomienda disminuir la carga o añadir un día extra de descanso.

Con base en las pautas clínicas descritas por el Hospital Houston Methodist, la regla del "por encima del cuello" representa un enfoque práctico para conservar el equilibrio entre actividad física y recuperación durante enfermedades leves.

 

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