Nueva York gana la batalla contra Uber y Lyft

Ciudad de México  

El ayuntamiento de la ciudad de Nueva York aprobó regulaciones a Uber y Lyft

 

La batalla entre el ayuntamiento de la ciudad de Nueva York y servicios de viajes por medio de una aplicación, Uber, Lyft y similares, concluyó con la aprobación de nueva legislación agresiva con el objetivo de regular las actividades de este tipo de servicio de transporte. El modelo de negocio inundó el tránsito en las calles neoyorquinas, y a la vez, elevó el nivel de pobreza en miles de conductores.

¿Derrota o victoria?

Nueva York es considerada la zona cero para el experimento económico de Uber, y lo que allí ocurre repercutirá como una caja de resonancia proyectando las consecuencias a todos los rincones del mundo, ello incluye México. El Ayuntamiento aprobó una serie de proyectos de ley que incluye: 1- regulación del sueldo mínimo de los conductores; 2- limitación al número de conductores de un vehículo de Uber y Lyft, y 3- tasa de pago mínimo, la misma asegura un cobro a los conductores en su deseo de ganarse la vida. Además, las apps de este tipo de transporte deben informar en detalle cada viaje, duración estimada, costo, ganancia del controlador y comisión de la compañía.

Aprobación de la normativa representa un esfuerzo agresivo a los efectos de regular las actividades de Uber desde que la compañía, de Sillicon Valley, ingresó al transporte urbano en 2011. Nueva York es el mercado más fuerte para la empresa, en mayo pasado había registrado más de 18 millones de interacciones con su app, más de seis veces por igual período de hace tres años.

Se menciona, por las calles de la ciudad, una nueva preocupación sobre el modelo de negocio y el tipo de trabajo en su intento por imponer, aunque se estima renovará su enfoque. El ayuntamiento de Nueva York quizás haya realizado un buen movimiento en favor de los conductores, y el camino trazado iluminaría a otras ciudades de la unión americana e incluso ciudades fuera del país, señalando una supervisión necesaria a las prácticas de Uber, Lyft y otras iniciativas semejantes.

Legisladores neoyorquinos ya habían procurado aprobar leyes en 2015 pero fallaron en su intento. En ese entonces, Uber tenía solo cuatro años de existencia y la startup estuvo sumida en una feroz campaña con el propósito de detener cualquier intento de regulación a su modelo de negocio, en aquél año amenazó con abandonar a todas las ciudades que la hubiesen regulado.

Conductores de Uber apenas lograban subsistir. El uso de las apps se disparó y fue provechoso a los inversores de startups, pero para controladores y conductores no fue tanto. El crecimiento desigual provocó una grave presión financiera en los taxistas de la ciudad, incluidos en los choferes de Uber. Esta situación puso en la mira a la discusión del tema, en un período de doce meses, 2017-2018, seis conductores se suicidaron, tanto de Uber como de taxis amarillos.

Ryan Price, director ejecutivo de Independent Drivers Guild (Gremio de Conductores Independientes), representa a más de 65 mil conductores, dijo:

Uber y Lyft deben aceptar las nuevas normativas aprobadas por la ciudad de Nueva York, que procura regular sus actividades no solo entre las calles neoyorquinas, sino también dignificar la tarea de miles de conductores.

 

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