Negociaciones sobre la contaminación plástica terminan sin acuerdo en Busan

El debate global se polariza entre limitar la producción y mejorar el reciclaje

Las negociaciones internacionales para establecer un tratado vinculante que limite la contaminación plástica concluyeron el lunes 2 de diciembre en Busan, Corea del Sur, sin alcanzar un acuerdo. Este evento, que debía cerrar un proceso iniciado en 2022, se estancó debido a desacuerdos entre los más de 170 países participantes. Las decisiones clave fueron aplazadas hasta 2025, prolongando la incertidumbre sobre una solución a la creciente crisis plástica.

Más de 100 naciones respaldaron una propuesta para limitar la producción de plásticos. Sin embargo, países productores de petróleo, liderados porArabia Saudita y Kuwait, se opusieron firmemente. Estas naciones abogaron por priorizar el reciclaje, argumentando que el plástico sigue siendo crucial en sectores clave. Estados Unidos también evitó apoyar las iniciativas que buscan reducir la producción de polímeros plásticos, postura promovida por la Coalición de Alta Ambición.

La producción global de plásticos aumentó significativamente, duplicándose entre 2000 y 2019 hasta alcanzar 460 millones de toneladas métricas anuales. Este material, compuesto en su mayoría por petróleo y más de 16,000 sustancias químicas, plantea riesgos ambientales y sanitarios. Investigaciones recientes revelan que solo el 6% de estas sustancias están reguladas internacionalmente, mientras que más de 4,200 son potencialmente peligrosas.

El impacto del plástico no se limita a los ecosistemas. En regiones como la denominada "Cancer Alley" en Luisiana, EE. UU., las emisiones tóxicas de las plantas petroquímicas incrementaron los riesgos de cáncer entre los residentes. Jo Banner, cofundadora de The Descendants Project, asistió a las negociaciones en Busan para abogar por un tratado más ambicioso. "Somos el canario en la mina de carbón", expresó, refiriéndose a las comunidades afectadas.

Los países críticos a la reducción en la producción argumentan que mejorar las tasas de reciclaje es una solución viable. Sin embargo, expertos cuestionan esta postura debido a las bajas tasas de reciclaje global, que apenas alcanzan el 10%. La producción de plástico virgen sigue siendo más económica que el uso de materiales reciclados.

A pesar de la falta de consenso, los activistas no pierden el optimismo. Banner declaró sentirse motivada para continuar luchando por un tratado sólido. Las próximas negociaciones, previstas para 2025, serán decisivas para determinar si el mundo logra establecer medidas vinculantes para enfrentar la contaminación plástica.

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