Lifestyle centers desplazan a centros comerciales tradicionales en México

Lifestyle centers desplazan a centros comerciales tradicionales en México por su oferta integral
El modelo tradicional de centros comerciales en México ha sido superado en 2024 por los lifestyle centers, desarrollos inmobiliarios de usos mixtos que integran comercio, vivienda, oficinas y entretenimiento. Este formato ha registrado un crecimiento sostenido en principales zonas urbanas del país, impulsado por la demanda de cercanía y experiencias integrales por parte de los consumidores.
En ciudades como Ciudad de México y Monterrey, proyectos como Neuchatel y Distrito Armida han liderado esta transformación urbana. De acuerdo con cifras de la consultora 4S Real Estate, durante 2024 los lifestyle centers aumentaron su número de visitantes en un 70% y el valor promedio de sus locales comerciales se elevó un 54%, superando ampliamente a los centros comerciales tradicionales.
Este cambio está estrechamente ligado al avance del comercio electrónico. Según datos de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), el e-commerce en México alcanzó un valor de 789 mil 700 millones de pesos en 2024, lo que representó un crecimiento del 20% respecto a 2023. Más de 67 millones de personas realizaron compras en línea en ese periodo.
Los lifestyle centers han respondido a esta evolución fusionando lo físico y lo digital en un solo entorno. Al integrar espacios para trabajo, salud, entretenimiento y vida diaria, permiten a los usuarios satisfacer múltiples necesidades en un solo lugar, reduciendo los desplazamientos y mejorando la experiencia cotidiana.
Además de impulsar el consumo, estos desarrollos están reconfigurando zonas urbanas previamente no consideradas estratégicas. Ejemplos como el proyecto de Grupo Carso en Polanco y las inversiones de Sordo Madaleno en la Colonia Juárez reflejan cómo los lifestyle centers están atrayendo tanto a empresas como a nuevos residentes, convirtiéndose en nuevos polos de desarrollo urbano.
Sin embargo, esta tendencia enfrenta desafíos importantes. El enfoque en segmentos de alto poder adquisitivo ha elevado las rentas y limitado la disponibilidad de locales, lo que ha generado preocupaciones por procesos de gentrificación que podrían desplazar a comunidades originales.
Ante este contexto, especialistas en desarrollo urbano advierten sobre la necesidad de incorporar criterios de planeación más inclusivos. La vivienda asequible, la movilidad eficiente y el acceso a servicios públicos deben ser considerados en el diseño de estos espacios para prevenir desequilibrios sociales e infraestructurales.
Finalmente, el rol de los profesionales inmobiliarios también se ha transformado. Más allá de su función constructiva, hoy actúan como gestores de comunidad, apoyados por plataformas digitales que permiten administrar la calidad del entorno, monitorear datos en tiempo real y equilibrar oferta y demanda para asegurar experiencias integrales.
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