El mercado de autos eléctricos usados enfrenta desconfianza pese al alza de modelos

Falta de talleres certificados y percepciones sobre las baterías obstaculizan la expansión del segmento de segunda mano en Europa

El mercado de autos eléctricos de segunda mano en Europa continúa enfrentando obstáculos estructurales, pese al incremento sostenido en las ventas de unidades nuevas. Factores técnicosy percepciones negativas por parte de los consumidores limitan la adopción de estos vehículos en el mercado secundario.

Durante 2024, las matriculaciones de autos eléctricos en la Unión Europea cayeron a 1.4 millones, frente a los 1.5 millones de 2023. La cuota de mercado descendió a 13,6%, reflejando un estancamiento en la adopción de modelos cero emisiones, especialmente notorio en el segmento de segunda mano.

Uno de los principales retos es laverificación del estado de las baterías. A diferencia de los autos de combustión, cuyo desgaste puede medirse por el kilometraje, los eléctricos requieren diagnósticos técnicos específicos. "El procedimiento de certificación de una batería usada es bastante sencillo y rápido, al menos si se acude a un concesionario", indicó Alessandro Abbotto, profesor de la Universidad de Milán-Bicocca. Sin embargo, fuera de estos canales, la certificación se complica debido a la falta de talleres capacitados.

La percepción del público también influye. Muchos consumidores asocian la longevidad de las baterías de autos con la de los teléfonos móviles. No obstante, un estudio conjunto de Motus-Ey QuattroruoteProfessionalreveló que el deterioro medio es de solo 1,5% anual. Incluso tras nueve años, la autonomía apenas se reduce en un 15%, una cifra considerada funcional para trayectos diarios.

El estudio también abordó la preocupación sobre la obsolescencia tecnológica. Si bien hay avances graduales, la tecnología de iones de litio ha alcanzado una etapa madura, con mejoras en autonomía y eficiencia que no implican diferencias drásticas entre generaciones.

Pese a estos datos, la validación técnica de baterías fuera de canales oficiales sigue siendo una barrera significativa. La ausencia de un sistema nacional estandarizado y talleres especializadoslimita el acceso seguro a este tipo de vehículos para quienes no pueden adquirir unidades nuevas.

En este contexto, el fortalecimiento de redes de diagnósticoy una mejor comunicación sobre el rendimiento real de las baterías a largo plazoserán elementos clave para el desarrollo de un mercado de segunda mano más sólido para autos eléctricos.

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