El gobierno del presidente Nicolás Maduro ha tomado múltiples decisiones que han resultado altamente controversiales para las demás naciones democráticas del continente americano y del mundo en general. Sin embargo, dos de los países que más se han mencionado en la discusión política han sido México y Colombia,que ya hanabiertamente ido en contrade las intenciones cuasi-dictatoriales del mandatario de Venezuela.
De acuerdo al Consejo Nacional de Venezuela, el pasado domingo 30 de junio alrededor de 8 millones de ciudadanos, correspondientes a poco más del 41% del padrón electoral, votaron a favor de la creación de una nueva Asamblea Constituyente. Éste órgano, que estará formado por más de 500 funcionarios, tendrá la tarea de redactar una nueva constitución venezolana.
México y Colombia fueron, junto con Estados Unidos, los primeros países en rechazar este proceso y mostrar su apoyo a las fuerzas de oposición política. En respuesta a esta afrenta, Maduro acusó de un "complot político" contra su mandato, y exigió una explicación de los países involucrados para poder tomar "decisiones de carácter político y diplomático" acordes a la amenaza. Las instituciones de relaciones exteriores de ambos países negaron en su momento dichas acusaciones.
También Argentina, Perú, Brasil, Canadá, Chile, España, Costa Rica, Panamá y Paraguay rechazan el proceso venezolano
Panamá posteriormente se sumó a la lista negra encabezada por sus compatriotas latinoamericanos, pues se unió a ellos en su objeción contra el proceso para elegir la nueva Asamblea. Entre las razones que se expusieron, se cuenta la ausencia de la oposición en la elección, y las facultades que este nuevo órgano tendría para reordenar, de forma unilateral y sin posibilidad de objeción ciudadana, el peso de los diferentes poderes del Estado y potencialmente extender indefinidamente el mandato de Maduro.
En respuesta, el presidente criticó a estos gobiernos y los llamó "sirvientes" del país norteamericano: "El emperador Donald Trump da órdenes como emperador que es y salen sus vasallos, sus esclavos, el gobierno de Colombia, de México y de Panamá, esclavos arrodillados a las órdenes del imperio norteamericano". A pesar de estas provocaciones, los gobiernos mexicano y colombiano rectificaron su rechazo al proceso asambleísta. La administración panameña además dijo que respaldará el embargo económico estadounidense a Venezuela.
Maduro no ha sido el único mandatario que se ha enfrentado a los gobiernos de México y Colombia por el estado político de Venezuela. Evo Morales, presidente de Bolivia, respaldó a su homólogo sudamericano, y llamó a sus compañeros latinoamericanos a dejar de actuar "como chitacos (sirvientes)" y comenzar un proceso para crear su propia Asamblea y "cambiar su sistema capitalista, su sistema imperialista".