Consejos de especialistas en aerofobia para no enfermar de estrés al volar en avión

Ciudad de México  

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A nivel mundial, se estima que un 30% de las personas padecen de aerofobia o miedo extremo a volar

 

Alrededor de 30 por ciento de personas en el mundo padecen aerofobia, es decir, un miedo extremo a volar en avión. Sin embargo, la seguridad de viajar en avión es tal que, en 2021, ocurrieron apenas 1.93 accidentes por cada millón de vuelos, según la Organización de Aviación Civil Internacional. Como otras fobias, se trata de un miedo irracional, por lo cual es posible sobreponerse a la aerofobia a través de terapia y otras estrategias.

De acuerdo con Silvina Bucci, del centro de psicoterapia TEAM-CBT México, no existe un origen único para todos los casos de aerofobia. Esta puede aprenderse en el hogar, cuando se escucha frecuentemente a los padres hablar sobre los peligros de viajar en avión. También puede contribuir la manera en que los medios de comunicación amplifican las noticias sobre fallas técnicas o exponen sesgadamente videos del nerviosismo de las personas a bordo.

En entrevista para NotiPress, Bucci expuso un reciente caso en donde los medios cuentan un hecho, pero no detalles de los cuales no tienen conocimiento, generando así una desinformación de cara a los pasajeros. Un medio de comunicación argentino publicó en redes sociales el titular "UN AVIÓN CAYÓ 5.700 METROS EN PLENO VUELO". En la nota, se hace referencia a un posible problema de presurización en un avión de la compañía estadounidense American Airlines. La redacción de la nota sugiere que "[el avión] cayó 4.572 metros en pleno vuelo", generando "terror en los pasajeros".

Bucci reitera que la redacción de la nota amerita una aclaración muy importante: "el avión no cayó, el piloto lo bajó a alta velocidad con control pleno de la situación. Hizo lo correcto. Frente a una despresurización, debe bajar a la altitud donde se pueda respirar. Cuesta entenderlo con esa foto y ese texto de terror".

También suele asociarse la aerofobia con experiencias traumáticas, donde, al no conocerse los mecanismos de vuelos, el pasajero asume que está en un riesgo mayor. Esto incluye sentir ansiedad o pánico con algunos ruidos o situaciones meteorológicas normales, como turbulencias o el despegue y aterrizaje del avión.

Los factores conductuales también son relevantes: si en una experiencia previa se experimentó estrés o ansiedad, el cuerpo puede recordar esta respuesta y provocar una reacción fisiológica similar a la anterior. En este sentido, la sintomatología física de la aerofobia incluye: sudoración excesiva, temblores involuntarios en el cuerpo, llanto, malestares gastrointestinales y dolores de cabeza, según los especialistas.

Sobre cómo tratar este padecimiento, el médico psiquiatra Claudio Plá, fundador de Poder Volar, recomienda la psicoterapia y un modelo de exposición gradual. Es decir, un primer paso podría ser acudir a un aeropuerto a observar aviones hasta, en una etapa final, realizar un vuelo.

El experto comentó igualmente a NotiPress que el acompañamiento terapéutico también puede combinarse con tratamiento farmacológico, recetado por especialistas. Otras recomendaciones de Poder Volar para enfrentar la aerofobia incluyen: acudir a los vuelos tras un descanso adecuado y sin el estómago vacío, pero tampoco cargado. También se aconseja evitar motivos adicionales de estrés en el tiempo previo al vuelo, como las despedidas en el aeropuerto.

Para las personas con aerofobia, subir a un avión supone un compromiso psíquico mayor, por lo que puede desencadenar estrés postraumático. Por esto se recomienda a las personas con aerofobia recurrir a terapia cognitivo-conductual para superar su miedo, y a las aerolíneas dar seguimiento psicológico a los pasajeros, en caso de dificultades técnicas en los vuelos,

 

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