Hoy en día existe una crisis de credibilidad hacia los estudios de mercado provocada por la irresponsabilidad con la que han actuado miles de casas encuestadores en todo el mundo. Las agencias han dejado a un lado su ética profesional para enfocarse en fines oscuros desprestigiando a toda una industria.
Un estudio de mercado es una excelente forma de conocer los pensamientos de determinado público objetivo; no debe entenderse como una herramienta predictiva de absoluta precisión. No es una lectora de cartas ni tampoco una bola de cristal.
A continuación, te presento algunos criterios a considerar, para tomar tus reservas ante una encuesta política:
- La muestra.
- La forma de preguntar.
- La metodología.
- El cliente de la agencia.
Es muy difícil creer que con mil casos podamos tener una representación de casi 130 millones de mexicanos. Asimismo, se debe tener una dispersión auto-ponderada por entidad y una distribución de encuestas por nivel socioeconómico.
Si la pregunta está mal redactada o se hace hincapié en alguna opción existirá un sesgo contaminante de los resultados. De igual manera si se dan opciones a una pregunta y no se hace una rotación de las mismas.
Existen encuestas en puntos de afluencia, casa por casa, telefónicas, online, entre otras. Es importante una metodología mixta con cuotas para cada tipo. Por ejemplo, una encuesta online relega al 40 por ciento de la población no "Usuario Web" y, posiblemente tendría preferencias de izquierda.
Curiosamente, quien paga va a la cabeza de la encuesta y la utiliza con fines propagandísticos y no informativos. Es como si el doctor se llevará un bono por darnos un diagnóstico favorable el cual queremos para presumir a nuestros amigos.
Dejarse engañar por empates técnicos forzados es una de las principales características dentro de la planificación de un fraude. No debemos olvidar: las estadísticas son la mejor manera de manipular sin decir una sola mentira. El electorado debe partir de sus convicciones para ejercer la democracia y no de confusas matemáticas.
Más allá de nuestras preferencias electorales en estos momentos todos debemos estar de acuerdo en que se respete la voluntad del pueblo.
Ante esta situación Simón Bolívarnos diría: “Solo la democracia es susceptible de una absoluta libertad”. Complementaría diciendo: “La libertad del nuevo mundo, es la esperanza del universo”.