Construir sin guía profesional expone a familias a fallos, revelan especialistas

Ciudad de México  

Gustavo Torres (NotiPress)

Falta de conocimientos estructurales y normativos agrava problemas urbanos y compromete la habitabilidad

 

La autoconstrucción sin asesoría técnica continúa siendo una práctica común entre familias que buscan reducir costos en la edificación de sus viviendas, sin considerar los riesgos asociados a la seguridad estructural, legalidad y calidad de vida. Esta modalidad, ampliamente extendida por razones económicas, puede desencadenar situaciones críticas, incluyendo fallos en la edificación y conflictos normativos.

Según información consultada por NotiPress, los errores más recurrentes durante este tipo de construcción se relacionan con intervenciones estructurales inapropiadas. La remoción de muros o la perforación de componentes portantes, sin conocimiento técnico, compromete la estabilidad del inmueble. Esto puede derivar en colapsos, generando pérdidas materiales e incluso consecuencias fatales para los ocupantes.

Además, la construcción sin permisos adecuados conlleva riesgos legales. Muchas de estas edificaciones se ejecutan sin considerar las normativas urbanísticas vigentes, lo cual puede derivar en sanciones, procesos judiciales y órdenes de demolición. Este incumplimiento también limita el acceso a servicios básicos formales y programas de financiamiento destinados a la mejora habitacional.

Otro aspecto crítico es la instalación de sistemas eléctricos e hidráulicos sin conocimientos especializados. La sobrecarga en redes eléctricas improvisadas o fallas en el diseño de tuberías pueden provocar incendios, cortocircuitos, fugas o interrupciones en el uso habitual de la vivienda. Estas fallas, además de afectar el funcionamiento del hogar, representan un riesgo directo para sus habitantes.

Desde el punto de vista del confort, la ausencia de planeación técnica genera viviendas sin ventilación adecuada, sin aislamiento térmico y con deficiente iluminación natural. Estos factores inciden negativamente en la salud y bienestar de las personas, especialmente en zonas urbanas con alta densidad poblacional o condiciones climáticas adversas.

El uso inadecuado de materiales, otro problema frecuente, agrava la situación. Emplear insumos de baja calidad o inadecuados para el entorno geográfico puede reducir la durabilidad de la vivienda y aumentar los costos de mantenimiento a largo plazo. Esta práctica se convierte en un riesgo estructural invisible pero persistente.

En contextos de urbanización irregular, la autoconstrucción no planificada también incrementa los desafíos sociales y ambientales. Estas viviendas, al ubicarse en zonas sin infraestructura básica, dificultan el acceso a servicios como drenaje, electricidad y transporte público, afectando la salubridad y la cohesión comunitaria.

Frente a este panorama, algunas empresas como Materiales San Cayetano Express ofrecen soluciones mediante talleres gratuitos en el Valle de México. Estas iniciativas buscan capacitar a los interesados en autoconstrucción segura, promoviendo conocimientos básicos sobre técnica constructiva, administración de recursos y cumplimiento legal.

Transformar esta práctica en un proceso seguro y funcional requiere el uso de herramientas apropiadas, asesoría profesional y una comprensión clara de los riesgos asociados. Las estrategias de formación representan un paso esencial parafortalecer la resiliencia urbana y mejorar las condiciones de vida en comunidades vulnerables.

 

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