Un estudio reciente del University College London (UCL), publicado en Nature Medicine, evidenció cómo las condiciones socioeconómicas influyen directamente en el envejecimiento biológico. La investigación encontró que ciertos niveles de proteínas en la sangre, relacionadas con enfermedades crónicas y procesos inflamatorios, varían según el nivel socioeconómico de las personas.
La investigación analizó datos de más de 800,000 personas a partir de cuatro estudios longitudinales: Whitehall II, UK Biobank, Finnish Public Sector Study (FPS) y Atherosclerosis in Communities (ARIC). A través de análisis de sangre, los científicos identificaron 14 proteínas clave en el plasma asociadas con una mayor ventaja socioeconómica. Estas proteínas desempeñan un papel fundamental en la regulación de la inflamación y el estrés celular, factores que inciden en enfermedades como diabetes tipo 2, afecciones cardiovasculares, cáncer de pulmóny accidentes cerebrovasculares.
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio indica quehasta un 39% de la reducción del riesgo de enfermedades en personas con mayor nivel socioeconómico puede atribuirse a las diferencias en los niveles de estas proteínas. Esto refuerza la idea de que las ventajas sociales no solo proporcionan mejores condiciones de vida, sino que también impactan directamente a nivel molecular en el envejecimiento del organismo.
Los investigadores señalaron que factores como el acceso a una alimentación saludable, atención médica de calidad y un menor nivel de estrés crónico pueden contribuir a la regulación de estas proteínas. En contraste, las personas con menor nivel socioeconómico suelen estar expuestas a entornos con mayores niveles de contaminación, estrés y menor acceso a servicios médicos preventivos, lo que podría acelerar el envejecimiento biológico.
Aún no está claro si estos efectos pueden ser modificados mediante intervenciones médicas o cambios en el estilo de vida, pero los expertos consideran que comprender estos mecanismos podría abrir nuevas oportunidades terapéuticas. Asimismo, el estudio subraya la necesidad de políticas públicas que reduzcan las desigualdades sociales y garanticen el acceso equitativo a la atención médica y hábitos de vida saludables para prevenir el envejecimiento acelerado en poblaciones más vulnerables.