En los últimos años, la investigación sobre la microbiota intestinal ha aumentado debido a su papel en la regulación de enfermedades intestinales y en la salud cerebral. Estudios han confirmado que la microbiota puede ofrecer inmunidad contra la colitis y el cáncer colorrectal, además de tener beneficios en el cerebro y el comportamiento.
GUT Microbiota por Health explica que la comunidad microbiana del intestino se comunica con el sistema nervioso central, acuñando el término "eje microbiota-intestino-cerebro". Trastornos como el síndrome de intestino irritable, depresión y ansiedad se relacionan con alteraciones en esta conexión.
Las principales vías de interacción entre microbios intestinales y el cerebro son las neuronas del sistema nervioso, hormonas y proteínas liberadas por células inmunitarias. Este vínculo ha dado origen al concepto de "psicobióticos", intervenciones dietéticas que mejoran la salud mental.
Intervenciones psicobióticas como una dieta integral, prebióticos y alimentos fermentados promueven bacterias beneficiosas en el intestino, reducen el estrés y mejoran el estado de ánimo. Además, dietas ricas en fibra y alimentos fermentados pueden aliviar la depresión y mejorar el rendimiento cognitivo.
Mientras ensayos clínicos demuestras que el trasplante de microbiota fecal disminuye la fatiga, otros evidenciaron su papel en el tratamiento de afecciones como la obesidad y colitis. Tales como el elaborado por Rongfu Wang, profesor adjunto en oncología por el Hospital Houston Methodist, en el cual, según información a la que NotiPress accedió, utilizó una secuenciación metagenómica para identificar taxones bacterianos relacionados con el desarrollo de cáncer.
Prebióticos y alimentos fermentados también han mostrado beneficios en la función digestiva y en la reducción del estrés. Otras intervenciones prometedoras incluyen simbióticos, posbióticos y trasplantes de microbiota fecal, este último relevante en el tratamiento de ciertos cánceres y trastornos como la obesidad y la colitis.